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Escritura y Web 2.0: una alianza estratégica
Por Ana López
A pesar de los vaticinios más rimbombantes la gente lee. Basta con hacer la prueba de –una vez que hemos aprendido a hacerlo- intentar pasar por la vida sin leer.
E increíblemente: la gente también escribe. Carteles, notas, artículos, libros, papelitos garabateados en el fondo de bolsillos, cartas de quejas, cuentos y novelas, mails, blogs… todo da cuenta de ello.
La escuela se ha mostrado en los últimos años (por no hablar de las últimas décadas) preocupada porque los estudiantes escriben mal o poco… es habitual la réplica de que en casas donde no se escribe difícilmente habrá chicos que sí lo hagan.
La pregunta –entonces- quizás un poco menos apocalíptica podría ser qué escribe la gente cuando escribe.
La palabra central para esto parece ser “comunidad”. Los estudiantes escriben en la escuela y escriben en la universidad, las familias se escriben notas o se mandan mensajes de texto para avisar adónde van, o a qué hora regresarán y para no olvidar algo que es necesario comprar; los adolescentes –e incluso algunos niños y adultos- escriben diarios íntimos para una sociedad muy secreta consigo mismos, los “escritores propiamente dichos” escriben para sus lectores, para sus críticos y para sus pares.
Y es en este sentido, si pensamos en las comunidades, donde las nuevas plataformas de servicio web tienen mucho que decir.
Blogs, wikis y folcsonomías: ¿qué hay de nuevo a la hora de escribir?
Mucho se ha dicho acerca de que la llamada Web 2.0 ha tenido un fuerte impacto en los dispositivos ligados a la escritura y ha hecho que internet haya pasado de ser un espacio limitado a la lectura a uno en el que todos los usuarios pueden convertirse en escritores.
¿Por qué han proliferado los blogs como setas en primavera? Hay muchas razones –no todas educativas- que explican el fenómeno. Los blogs –primero que nada- son fáciles de usar, no requieren conocimientos técnicos específicos, son de publicación instantánea y ofrecen la posibilidad de comentar lo que otros escriben o muestran. A la vez, muchos de los “preferidos” de un blog suelen constituirse rápidamente en espacios visitados por sus lectores. Y la red crece por caminos insospechados.
Los wikis permiten que un mismo documento pueda ser editado por varios usuarios, corregido, aumentado, modificado… Es en este sentido una herramienta clave para el trabajo colaborativo. Lo que la comunidad haga con ellos es central en relación con esto (novelas en colaboración, recetarios de cocina comunitarios, enciclopedias en línea, instructivos para “hacer” todo lo imaginable).
¿Qué decir de las folcsonomías? Dispositivos basados en esquemas de clasificación definidos dinámicamente por una comunidad parecen ser la nueva clave para ordenar los distintos mundos que las comunidades delinean permanentemente: papers académicos, deseos, enlaces, lugares son sólo algunos exponentes de ello.
Escribimos siempre para otros, aun cuando ese otro sea una versión particular de nosotros mismos. ¿Qué suma la Web 2.0 a las escrituras de las comunidades “reales” tal como las conocemos? Construcción con otros sin necesidad de tenerlos cerca, imprevisibilidad… y -por sobre todo- la emergencia de nuevas comunidades, muchas veces bastante insospechadas. Buenas noticias para los “escritores”. Cualquiera sea su tipo.
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Para leer más sobre este tema en la web:
fuente: Educar, 4/01/07
